Las iglesias cristianas en todo el mundo practican el bautismo. ¿Cuál es el objetivo?
Si asistes a una iglesia cristiana por mucho tiempo, es muy posible que presencies un bautizo, aunque este ritual puede variar según la cultura y las costumbres. Puede ser que durante una ceremonia se rocíe con unas gotas de agua la cabeza de un bebé. Puede ser un adolescente que se sumerge en una pequeña piscina de agua—llamada bautismal—dentro del santuario de una iglesia. O puede ser un grupo de adultos mojándose en las aguas de un lago o un río como parte de la celebración de una iglesia.
Cristianos alrededor del mundo regularmente practican el bautismo. Pero, ¿qué significa? ¿Quién debe ser bautizado? ¿Existen maneras correctas e incorrectas de ser bautizados? ¿Hay algo especial o mágico con el agua? ¿Requiere Dios el bautismo o es sólo una tradición humana?
Estas son preguntas importantes para aquellos que buscan entender más sobre el significado de esta costumbre cristiana.
Raíces Históricas
La práctica cristiana del bautismo tiene raíces en el judaísmo. La ley Hebrea ofreció muchas prescripciones para que los israelitas se purificaran a través de rituales de lavados regulares. El propósito principal de estos rituales era la purificación. La gente pensaba que debido a que Dios es santo y puro, uno debería estar limpio de cualquier cosa que fuera impura para poder adorarlo y servirle.1 Incluso los sacerdotes debían lavarse con agua con el fin de consagrarse para sus funciones.2
Para los tiempos de Jesús, los judíos habían desarrollado una práctica adicional—el bautismo—para los Gentiles (los que no eran judíos) que querían convertirse al judaísmo.3 Cuando se asoció con la circuncisión (para hombres) y la ofrenda de un sacrificio, el bautismo señaló la conversión a la fe judía y la entrada a la comunidad judía.
Mientras que el acto del bautizo hacía eco de los temas del ritual del lavado y la purificación de los pecados, el propósito principal fue significar la adopción de una nueva identidad.
Juan el Bautista
Un conocido dirigente judío en tiempos de Jesús utilizaba la práctica del bautismo de una manera similar, pero para el pueblo judío. El profeta Juan el Bautista (como se le conoció) alentó a los judíos a buscar el reino de Dios, arrepentirse de sus pecados y comprometerse a una nueva vida de obediencia. El bautismo se convirtió en el medio para demostrar públicamente estos actos. Él bautizó a muchos judíos en el Río Jordán.4
Incluso Jesús vino con Juan para ser bautizado. Al principio asombró a Juan, porque no creía que Jesús necesitaba arrepentirse o ser bautizado. Sin embargo, Jesús lo convenció para “cumplir con lo que es justo.”5 Se convirtió en un acontecimiento importante en el comienzo del Ministerio público de Jesús.6
A través de su bautismo, Jesús no sólo estaba siendo consagrado para el ministerio (en la tradición de los sacerdotes hebreos) sino también identificándose a sí mismo con el mensaje de Juan acerca del reino de Dios.7
El Bautismo en la Iglesia Primitiva
El libro de Mateo registra que después de que Jesús fue crucificado y resucitado, mandó a sus seguidores a una misión: “Vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.”8
En otras palabras, Jesús instruyó a sus seguidores a llevar su mensaje de salvación alrededor del mundo, para que otras personas se convirtieran en discípulos—seguidores de Cristo. Cuando lo hicieron, Jesús quería que estos nuevos creyentes se identificaran con él públicamente. Al participar en el acto del bautismo, un nuevo seguidor de Jesús simbólicamente se alineó con las nuevas creencias y una nueva comunidad.
El Apóstol Pablo subrayó el carácter simbólico del agua involucrada en el bautizo. Sugirió que el bautismo representa la identificación de una persona con la muerte, entierro y resurrección de Cristo. Cuando los participantes se sumergen bocarriba en el agua, significa la muerte de su naturaleza pecaminosa. Cuando salen del agua, ilustra su nueva vida en Cristo.9
El libro de Hechos y otros libros del Nuevo Testamento describen los bautismos de miles de personas.10 La mayoría eran adultos que profesaban la fe en Jesús y se unieron al movimiento cristiano. Existen algunas referencias a los miembros de algunos hogares que fueron bautizados, pero no está claro si esto incluye bebés o niños pequeños.11
El Bautismo hoy: Diversidad de Opiniones
La tradición del bautismo ha continuado a través de los siglos y sigue siendo una parte importante de la iglesia cristiana hoy. Sin embargo, diversas denominaciones difieren en los detalles de sus puntos de vista sobre el bautismo.
Las iglesias Católica Romana y Ortodoxa Oriental entienden el bautismo como un sacramento o “santo misterio.” Los sacramentos son las ceremonias religiosas que transmiten una clase especial de la gracia de Dios. Por ejemplo, en la teología católica, el acto del bautizo es único y esencial: Es “la base de la vida cristiana entera.”12 El bautismo no sólo significa la identificación con Cristo, sino que también “realmente trae” la nueva posición con Dios.13 En este entendimiento, el bautismo es “necesario para la salvación.”14
Sin embargo, la mayoría de los protestantes—incluyendo los cristianos evangélicos, pentecostales y cristianos sin denominación—se refieren al bautismo como una práctica u ordenanza. Mientras que sirve como un momento importante en el camino de fe de una persona y una celebración para la comunidad de la iglesia, el bautismo es principalmente simbólico. No hay nada mágico en el agua o en el acto.
Tampoco, dentro de la teología protestante, el ser bautizado lo convierte a uno en cristiano; No es un medio para un fin. Después de todo, no hay ningún indicio de que los ladrones crucificados junto a Jesús hayan sido bautizados. Pero después de que uno de ellos reconociera quién era Jesús y pidiera misericordia, Jesús le respondió, “Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.”15 El bautismo no parecía ser esencial para su salvación.
Algunos grupos de cristianos también difieren en el método del bautismo. Algunas iglesias mantienen la práctica de la inmersión completa en agua, como parece ser el caso en la iglesia primitiva. Otros han adoptado la forma de aspersión o el verter agua sobre la cabeza de un individuo.
Finalmente, el tema del bautismo de infantes ha planteado algunas preguntas. Algunos opinan que el bautismo en la iglesia cristiana funciona de en una forma similar a la circuncisión en Israel en el Antiguo Testamento. Como tal, sirve como un marcador de participación en la comunidad de fe. Por lo tanto, los infantes son bautizados para indicar su inclusión como hijos o hijas en la familia de Dios. La esperanza es que cuando sean mayores, confirmen su compromiso con Cristo con su propia decisión de fe. Mientras que la Biblia no articula explícitamente este punto de vista, muchos a lo largo de la historia de la iglesia han practicado el bautismo de esta manera.
Otros sostienen firmemente la idea de que el bautismo es ante todo un cambio deliberado de lealtad—abandonando la vida antigua de pecado y aceptando el camino de Jesús. Se cree que, aunque es importante incluir a los niños en las bendiciones de la comunidad de fe, bautizarlos pierde el punto más importante de la manifestación pública de la fe personal de una persona.
Una Nueva Identidad
Independientemente de cómo se sienta uno acerca de las implicaciones teológicas del bautismo o exactamente cómo se deba practicar, su significado más simple es el más importante. El bautismo es el signo de una nueva identidad y de la gracia de Dios que allana el camino para esa nueva identidad. Como tal, todos los cristianos, al final, ven el bautismo como una celebración del movimiento de Dios en nuestras vidas.