El judaísmo fue la primera fe monotheisitic registrada. Aprende más acerca de esta antigua religión.
Si alguien nos dice que es un judío, ¿qué se nos viene a la mente? ¿Piensas en una religión definida por reglas y costumbres? ¿Piensas en una familia estereotipada en términos de su cultura?
Ser judío es algo muy exclusivo respecto a que abarca dos cosas: una religión y un grupo étnico. Los judíos no pertenecen sencillamente a una raza; si no, una persona no se convertiría al judaísmo para convertirse en judía. Como consecuencia, los judíos son parte de muchos grupos étnicos y muchas culturas.
En la actualidad, muchos judíos se denominan laicos—es decir, no se suscriben a las creencias ni costumbres judías tradicionales de manera activa. Para ellos, ser judío es, esencialmente, una expresión de su identidad, la cual puede ser similar a otras expresiones de interés étnico, cultural o nacional.
No obstante, dejemos a un lado este segmento de los judíos laicos y pensemos en cuáles son las creencias y costumbres del judaísmo como religión.
Creencias Judías Tradicionales
El judaísmo es la primera religión monoteísta documentada en el mundo. Mientras la mayoría de los pueblos antiguos se dedicaban a la adoración de muchos dioses, los judíos creían que hay un solo Dios verdadero, el creador de todo el universo.1
La historia de los judíos se remonta al patriarca Abraham, según está documentado en Génesis, el primer libro de la Biblia. La Biblia Hebrea es prácticamente lo mismo que el Antiguo Testamento que se incluye en las biblias cristianas. La manera en que están divididos, ordenados y enumerados los libros es un poco diferente, pero el contenido es idéntico. Los judíos denominan a los primeros cinco libros de la Biblia Hebrea el Torá, que significa “instrucción o enseñanza”.
Otro texto judaico significativo, además de la Biblia Hebrea, es el Talmud de Babilonia, un tratado donde se recogen las enseñanzas y la sabiduría de los rabinos desde el 200 AEC hasta el 500 EC. El Talmud representa las maneras en las que los valores y las leyes del judaísmo gobernaban los asuntos de esa época.
La Biblia Hebrea y el Talmud enseñan tres creencias judías principales: Hay un solo Dios, quien es el creador todopoderoso del universo. Dios quiere que los seres humanos, la corona de su creación, vivan de acuerdo con unos valores morales y éticos. Dios, con misericordia, escogió al pueblo de Israel para que fuera su “valiosa posesión”.2
Algunas personas piensan que el moderno estado de Israel sigue dejándose llevar por esto en la actualidad. Sin embargo, no es la nación de Israel—conocido como un estado—que se distingue por esto, sino el pueblo de Israel—independientemente de dónde viva—quien es considerado el pueblo de Dios.
Los judíos no se enfocan tanto en el cielo o en la vida después de la muerte como los cristianos y los musulmanes. Se preocupan más por cómo vivir la vida conforme a las leyes divinas hoy, en este mundo. De acuerdo con la tradición, la Biblia Hebrea consta de 613 mandamientos que los judíos deben obedecer. Es el deseo y el deber del pueblo escogido por Dios vivir de conformidad con estos mandamientos, de los cuales el principal y más importante es adorar a un solo Dios verdadero.
La Historia de los Judíos
Ha habido varios periodos principales en la historia de los judíos. Inicialmente, los judíos del periodo bíblico se conocían como hebreos. Su historia comenzó cuando Dios constituyó una alianza con un hombre llamado Abraham y sus hijos.3
Hubo un tiempo cuando los hebreos se establecieron en la tierra de Canaán. Durante una hambruna unos años después, emigraron a Egipto, donde fueron esclavizados. Después de siglos de esclavitud, Dios liberó a los judíos de cautiverio en lo que es conocido como el Éxodo.
Después de permanecer en el desierto durante cuarenta días bajo el liderazgo de Moisés, se volvieron a establecer en Canaán como doce tribus y se conocieron como los israelitas. Fundaron una monarquía bajo Saúl, establecieron su capital en Jerusalén bajo David y construyeron un gran templo al Señor bajo Salomón.
Después de esto, las doce tribus se dividieron en dos reinos: Israel y Judá. Israel, el más extenso de ambos, fue conquistado por los asirios en el 722 AEC. En el 586 AEC, los babilonios destruyeron el templo y desterraron al pueblo de Judá.
La era del segundo templo comenzó cuando algunos miembros del pueblo—ahora conocido como los judíos—regresaron a Jerusalén y las zonas circundantes y reconstruyeron el templo. Vivieron bajo el dominio de varios reyes y emperadores extranjeros. A la larga, se sometieron a la autoridad del Imperio Romano. En el año 66 EC, los ejércitos romanos se fueron a la guerra con los rebeldes judíos y destruyeron el segundo templo en el año 70 EC.
Para entonces, algunos judíos habían empezado a seguir las enseñanzas de Jesus, con la creencia de que Él era el Mesías prometido y enviado por Dios. Había sido crucificado cuarenta años antes, y sus seguidores creían que había resucitado. Esta secta judía le daba la bienvenida a los que no eran judíos (llamados paganos) y a la larga se conocieron como los cristianos. No obstante, la mayoría de los judíos no aceptaron a Jesús como el Mesías.
Debido a la destrucción del primer y el segundo templo, el enfoque de la vida de los judíos comenzó a desviarse de Jerusalén hacia la sinagoga comunitaria, las enseñanzas de los rabinos y el cumplimiento con los días feriados en los hogares.
Durante los siguientes siglos, algunos judíos permanecieron en el Oriente Próximo, mientras que muchos prosperaron en otros lugares. Crearon comunidades de fe en Europa, África, Asia y, finalmente, en los Estados Unidos.
Durante el siglo XIX, surgió un movimiento llamado Sionismo entre los judíos, que proponía la creación de una nación judía verdadera en la antigua Palestina. Los sucesos ocurridos en el siglo XX, entre los cuales se incluye el asesinato de seis millones de judíos durante el Holocausto, dirigieron a muchos en la comunidad internacional a apoyar esta medida.
Después de la gran migración de judíos de la diáspora a Palestina, donde todavía vivían otros muchos judíos, estalló el conflicto con sus vecinos árabes.4 Cuando el estado moderno de Israel declaró su independencia en 1948, se produjeron más conflictos y guerras. Al día de hoy, los reclamos de tierra entre grupos rivales continúan siendo una fuente de tensión en el Oriente Medio.
El Judaísmo Moderno
En la actualidad, se puede identificar a los judíos “religiosos” de varias maneras. El cumplimiento con la tradición judía sigue siendo una cuestión fundamental. Los judíos celebran su culto de adoración en sinagogas locales semanalmente durante el día sábado (viernes por la noche y el sábado). Aunque ya no existe un templo central en Jerusalén y no se sacrifican los animales, todavía los judíos se reúnen con frecuencia en la sinagoga para adorar, orar y aprender la tradición judía.5
Las celebraciones especiales y los días de fiesta—tales como la Pascua Judía, Rosh Hashanah, Yom Kippur, Sukkoth y Hanukkah—son muy importantes. Finalmente, las reglas y restricciones alimentarias—las cuales comúnmente se conocen como “mantenerse kosher”—pueden representar un papel importante en la vida judía. Sin embargo, aunque algunos judíos siguen estas restricciones alimentarias, otros no.
Respecto a las creencias y costumbres, el judaísmo en los Estados Unidos tiene tres ramas principales: judaísmo ortodoxo, conservador y reformista. A un extremo del espectro, se encuentra el judaísmo ortodoxo. Los judíos ortodoxos son más tradicionales y disciplinados cuando se trata de cómo orar, vestir, restricciones alimentarias, observar el día sábado y obedecen los mandamientos al pie de la letra. En el otro extremo, se encuentra el movimiento reformista, el cual moderniza las creencias y costumbres judías y se considera más liberal en cuanto a la teología. El judaísmo conservador se encuentra en el medio—menos tradicional que el ortodoxo, pero bastante más tradicional que el reformista.
Además, hay algunos judíos que, al igual que los primeros cristianos, consideran que Jesús es el Mesías. Se denominan judíos mesiánicos; la comunidad judía en general los considera sencillamente cristianos.
Además, muchos judíos son laicos. Se refieren a su judaísmo en términos puramente étnicos, culturales o nacionales. Aunque trasmiten sus tradiciones judías a los miembros de su familia, no cumplen con muchas de las creencias y costumbres religiosas definidas aquí.
Hay más de trece millones de judíos alrededor del globo, y más del 80 por ciento viven en dos países: los Estados Unidos e Israel. Aunque la población judía es relativamente pequeña, la influencia de los judíos en la historia y el pensamiento universal es mucho mayor que el tamaño de la población.6