“Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.”
Sabiduría Semanal
“El Señor es mi pastor, nada me falta.” —Salmos 23:1
“Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia.”“Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia.”
El evangelio es la luz para los ciegos, el pan para el hambriento, ropa para el desnudo, libertad para el esclavo y vida para los que mueren.
Gran parte de nuestro conocimiento se basa en el testimonio personal. Si aplicamos las mismas normas a la Biblia, reconoceremos su fiabilidad.
Los 66 libros y dos testamentos de la Biblia forman una narrativa coherente que abarca la creación, la rebelión, la redención y la restauración.
Nadie es capaz de vivir una vida santa a la altura de los estándares perfectos de Dios. Crecemos en santidad, fortalecidos por el perdón de nuestros pecados.
La luz de la verdad atraviesa todo lo que observamos, iluminando nuestro camino e infundiéndonos mayor confianza mientras avanzamos por la vida.
"La cosa más grande que jamás aprenderás es solamente amar y ser amado en reciprocidad."
Aunque toda la creación de Dios tiene valor y merece respeto, los seres humanos ocupamos un lugar especial en el mundo porque llevamos la imagen de Dios.
Jesús no solo fue un hombre sabio y un gran maestro moral, sino también el único ser humano que demostró perfectamente el amor de Dios para el mundo.
Dios ha implantado en cada uno de nosotros un conocimiento de su existencia. La incredulidad no es más que una invención humana.