¿De dónde vino la idea de diferentes razas? ¿Qué dice la Biblia?
Yo soy un coco. Esa frase puede enojarte si eres sensible a cuestiones de razas. O te puede hacer reír porque te identificas.
Soy Latino. O, ¿acaso es hispano? ¿Mexicoamericano? Técnicamente, soy mexico-indio-americano con un poco de alemán mezclado por ahí. Mi piel es café oscura, pero estoy más acostumbrado a estar en una comunidad predominantemente anglosajona.
Mi lengua materna es el inglés. No me permitían hablar español cuando era niño. Mis mejores amigos eran Anglos. Mis amigas eran todas Anglo. Salí con una Latina en la Universidad y me casé con ella. Cuando fracasé en ese matrimonio, me volví a casar con una mujer Anglo.
Como dije antes, soy un coco—café en el exterior, blanco en el interior.
¿Notaste que mezclé raza, etnicidad y nacionalidad al intentar describirme? Eso es porque éstos son mezclados fácilmente. Sin embargo, existen sólo algunas razas mientras que hay otras varias etnias y muchas, muchas más nacionalidades.
La antropología, la sociología, la genética, las ciencias políticas, y muchas otras disciplinas utilizan estas categorías para estudiar sus temas. Éstas se esfuerzan por identificar diferencias físicas y el impacto que tienen en todo, desde el tipo de sangre hasta los niveles de inteligencia. La ciencia ha definido tres tipos de razas: la caucásica (raza blanca), la negroide (raza negra) y la mongoloide (raza amarilla).1 Cada ser humano pertenece a una de estas tres razas.
Racismo
Un subproducto trágico del desarrollo del término “raza” ha sido el uso de esa palabra para separar a las personas en lugar de unirlas.2 Adolfo Hitler aprisionó y mató a millones de personas debido a que quería distinguir su raza “pura” y “superior” de todas las demás. Conquistas tribales en África condujeron a la venta de pueblos conquistados como esclavos a los no negros alrededor del mundo.
El concepto de una raza superior había alimentado este comportamiento abusivo. Además de ser malvado, la idea de una raza superior es una premisa que es imposible de alcanzar.
El antropólogo Eugenie C. Scott escribe que los seres humanos no pueden ser compartimentados en categorías raciales:
Sin embargo, aún y si las personas en distintas áreas geográficas difieren, es imposible trazar líneas nítidas entre grupos raciales. Pocas, si hubiera algunas poblaciones que están aisladas de otras, y aunque lo prohíban las leyes, la cultura o la religión, el apareamiento se lleva acabo. Las características de las personas cambian gradualmente de una zona geográfica a otra; ¿dónde a través de Asia Central acaban 'los blancos' europeos y dónde comienzan 'los amarillos' asiáticos? Los antropólogos consideran las razas como fenómenos temporales, cambiantes, productos de procesos genéticos y selección natural. Las razas que vemos hoy son diferentes a las de ayer y serán diferentes a las de mañana.3
“Raza” es un término humano arbitrario. Ganadora del premio Pulitzer, el periodista Mark Schoofs escribe, “No sólo es arbitrario nuestro concepto de raza, pero está basado en una diferencia relativamente insignificante entre las personas. El pigmento de la piel, la forma de los ojos y el tipo de cabello son todas determinadas por los genes.”4
La Raza en la Biblia
La Biblia menciona familias, tribus, personas y naciones. Cuando la palabra “raza” aparece en la Biblia, se refiere a estas categorías.
Sin embargo, algunos pasajes de la Biblia se han utilizado para separar a las personas basándose en las razas. Por ejemplo, en la historia de Caín y Abel, Caín mata a su hermano Abel por ira y celos. Como castigo, Dios maldice a Caín a vagar sin rumbo por el mundo y coloca una marca en Caín para que otros no lo maten.5
Algunos han enseñado que esta marca era un color de piel diferente, la primera designación racial, transmitida a través de Caín. Eso simplemente no es lo que dice el texto. La Biblia dice que la marca era una clara advertencia de que “El que mate a Caín, será castigado siete veces.”6 La marca no fue pensada para los demás.
La historia de la torre de Babel ocasionalmente también se utiliza como referencia para la raza resultante de la acción divina.7 Durante una época cuando “todo el mundo tenía un lenguaje y un discurso común,” la gente decidió construir para ellos mismos una torre que alcanzara los cielos para ser como Dios ellos mismos.8 Pero Dios les detuvo confundiendo sus lenguas.
Sin embargo, como se mencionó anteriormente, idioma y raza no son lo mismo. Dios los dispersó mediante la introducción de diferentes idiomas, no de diferentes razas.
Una Raza
Lo más importante, la Biblia cristiana revela que todas las personas que han vivido son descendientes de Adán y Eva.9 Por lo tanto, todas las personas son de la misma raza – la raza humana.10
Pedro fue uno de los doce apóstoles enseñados por Jesús. En uno de sus primeros sermones, Pedro hizo un anuncio sorprendente acerca de las relaciones humanas. Todos los judíos en tiempos de Jesús habían crecido con la creencia de que sólo ellos eran el pueblo de Dios. Imagina su conmoción cuando supieron que Jesús había venido para todo el mundo—sin importar su origen étnico o religioso.
Después de recibir una visión de Dios al respecto, Pedro declaró: “Ahora comprendo que en realidad para Dios no hay favoritismos, sino que en toda nación Él ve con agrado a los que le temen y actúan con justicia.”11
El apóstol Pablo hizo varios viajes importantes a través de toda la región mediterránea para compartir el mensaje de que Jesús de Nazaret es el Mesías esperado y salvador del mundo. Pablo llevó el Evangelio de Jesús a los blancos, a los negros, a las personas de piel aceitunada; lo llevó a todas las personas. Fue un mensaje universal sin distinción racial para las bendiciones o salvación.
Pablo escribió en una carta a la iglesia de Roma, “Así dice la Escritura: ‘Todo el que confíe en Él no será jamás defraudado.’ No hay diferencia entre judíos y gentiles, pues el mismo Señor es Señor de todos y bendice abundantemente a cuantos lo invocan, porque ‘todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.’”12
Los humanos han creado las categorías de raza. “Raza” es una palabra del hombre, no de Dios. La raza es una construcción humana, no un diseño de Dios. Raza desarrollada de las interrelaciones de los seres humanos, no por designio de Dios. De Jesús aprendemos que el plan de Dios es para todos nosotros—la raza humana—ser uno con Dios.13