¿Habrá un tiempo en el cual todos los cristianos de repente desaparezcan de la Tierra?
“¡Atención! ¡En caso del Rapto, este auto no será tripulado!”, proclama la calcomanía en el coche delante de ti. Y te preguntas, ¿qué significa eso?
Tal vez has visto el tráiler de la película “Dejados atrás” (Left Behind). En la película, el mundo está sumido en el caos después de que el rapto se lleva a todos los cristianos creyentes de la Tierra. Simplemente desaparecen—justo en medio de lo que estaban haciendo.
La sola idea de que millones de personas podrían desaparecer repentinamente sin dejar rastro alguno puede parecer un poco. . . bueno, espeluznante. Por lo tanto, ¿qué exactamente creen los cristianos acerca del rapto?
Dispensacionalismo y el Rapto
La idea del rapto se desarrolló como parte de un movimiento más grande en la Inglaterra del siglo XIX llamado “dispensacionalismo.” Dirigido por John Nelson Darby, un ex sacerdote de la iglesia de Irlanda, un grupo conocido como los Hermanos de Plymouth (también conocido como Los Hermanos), comenzó a estudiar la Biblia en un intento de trazar el futuro del mundo. Dividieron la historia en siete “dispensaciones” o edades.
Darby se esforzó por leer la Biblia tan literal como fuera posible y creyó que Jesucristo pronto vendría al mundo físicamente.1 Sin embargo, a través de su estudio, encontró varias aparentes contradicciones en la Biblia. Esto era particularmente cierto con respecto a las promesas de Dios hechas a Israel a través de los profetas del Antiguo Testamento, como un templo reconstruido de inmensas proporciones.2
Para ayudar a conciliar esas instancias, Darby formó algunas conclusiones teológicas que influyeron en sus enseñanzas. Por ejemplo, Darby cree que existen dos “pueblos de Dios”—Israel y la Iglesia—y Dios tiene planes separados para cada uno de ellos. Para que Dios pueda cumplir todas sus promesas a la nación de Israel, debe haber un momento en el futuro en el que la iglesia ya no esté presente y pueda reconstruir el templo judío en Jerusalén.
Según Darby, la era de la iglesia (el tiempo en el que ahora vivimos) es una especie de paréntesis en el plan de Dios. Al final de la era de la iglesia, la iglesia será retirada de este mundo. Entonces Dios continuará con sus planes y promesas a Israel.
El rapto no se debe confundir con la Segunda Venida de Cristo; por el contrario, es un secreto para la iglesia.3 Darby enseñó que el retorno real de Jesús ocurriría aproximadamente siete años más tarde, después de un período al que llaman la Gran Tribulación, del que los cristianos escaparán. Durante la Gran Tribulación, una serie de plagas será enviada a la tierra, como se entiende en una lectura literal de los capítulos 6–9 y 16–18 del libro del Apocalipsis.
La Propagación del Dispensacionalismo
Durante una de sus visitas a Inglaterra en la década de 1870, el evangelista norteamericano Dwight L. Moody conoció a algunos de los Hermanos de Plymouth.4 Impresionado por su piedad, invitó a algunos de ellos a Estados Unidos para que enseñara en sus escuelas de Biblia. A medida que las conferencias de la profecía bíblica iban creciendo en popularidad, el Instituto Bíblico Moody fue fundado y comenzó a entrenar a líderes cristianos con esta manera de pensar.
De hecho, el mismo Darby visitó los Estados Unidos más de una vez. A través de su influencia, la Iglesia Presbiteriana en la avenida 16 y Walnut en San Louis pastoreado por James H. Brooks, se convirtió en un centro para el dispensacionalismo en los Estados Unidos.
En San Louis, un presbiteriano laico llamado a Cyrus I. Scofield adoptó las creencias de Darby. Entonces él se convirtió en el pastor de una iglesia en Dallas, Texas y eventualmente ayudó a fundar el Seminario Teológico de Dallas.
En 1909, Scofield publicó una Biblia con anotaciones explicando la interpretación dispensacional de la escritura. Las notas proporcionan una esquematización de materiales complejos bíblicos relacionando cada pasaje a las enseñanzas de Darby. Conocido como la Biblia de Referencia Scofield, el trabajo se hizo bastante popular e hizo mucho para difundir opiniones dispensacionalistas entre el público de la lectura de la Biblia.5
A medida que crecía el dispensacionalismo, predicadores y escritores apasionados—tales como R.A. Torrey, J.W. Chapman, A.C. Dixon, A.J. Gordon y A.T. Pierson—se llevaron a casa las enseñanzas de Darby desde el púlpito con su fervor evangélico.
¿La Segunda Venida de Cristo o el Rapto de los Santos?
Sin embargo, a lo largo de la historia, otros cristianos han pensado diferente acerca de estos asuntos. Ellos creen que solamente hay un “pueblo de Dios,” compuesto tanto por judíos como por no judíos, quienes ponen su fe en Jesús como el Mesías. Ellos creen que Jesús volverá un día para completar el reino que puso en marcha con su vida, muerte y resurrección.6
Los primeros seguidores de Jesús creían que Jesús podría regresar incluso dentro de sus tiempos de vida.7 El Credo de los Apóstoles, una declaración temprana de la fe cristiana que se remonta al segundo o tercer siglo, afirma, “Yo creo en Jesucristo. . . y él vendrá a juzgar a los vivos y los muertos.”8 Es decir, los primeros cristianos creían que Jesús regresaría a la tierra personalmente, y que levantaría a todos los muertos a la vida, y que cada persona le daría cuenta de su vida.9
Aquellos que sostienen esta comprensión tradicional no creen que Dios arrebate a los creyentes del mundo y luego siga adelante con otras cosas en la Tierra. Por el contrario, ellos creen que Jesús vendrá una segunda vez para poner en orden al mundo. Renovará el cielo y la tierra, resucitando a los muertos para vivir eternamente en un mundo en el que el reino de amor y paz de Dios esté completo.
¿Aparece el Rapto en la Biblia?
¿Pero qué dice la Biblia acerca de todo esto? Bueno, los dispensacionalistas señalan varios pasajes bíblicos como evidencia del rapto, mientras que los no-dispensacionalistas interpretan estos versículos de manera diferente.
Por ejemplo, 1 Tesalonicenses 4:15–17 dice:
Conforme a lo dicho por el Señor, afirmamos que nosotros, los que estemos vivos y hayamos quedado hasta la venida del Señor, de ninguna manera nos adelantaremos a los que hayan muerto. El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre.
La expresión “arrebatados junto con ellos” es entendida por los dispensacionalistas como para referirse al rapto. De hecho, en la versión latina del texto, la palabra traducida como “arrebatados” es rapiemur, que proviene de la palabra “rapto.”
Sin embargo, los no-dispensacionalistas tradicionalmente han entendido este texto como una promesa de que cuando Jesús regrese y resucite a los muertos, los vivos se unirán a ellos en la nueva vida que traiga.
A veces los dispensacionalistas se refieren a una declaración que Jesús hizo con respecto a su regreso: “Estarán dos hombres en el campo: uno será llevado y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo: una será llevada y la otra será dejada.”10
Consideran a esos “llevados” como los seguidores de Jesús, y a los “dejados” como los no creyentes. Otros objetan que leyendo el pasaje en su contexto demuestra lo contrario.
Adjuntemos los tres versículos anteriores:
La venida del Hijo del hombre será como en tiempos de Noé. Porque en los días antes del diluvio comían, bebían y se casaban y daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no supieron nada de lo que sucedería hasta que llegó el diluvio y se los llevó a todos. Así será en la venida del Hijo del hombre. Estarán dos hombres en el campo: uno será llevado y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo: una será llevada y la otra será dejada.11
Jesús dice que al igual que en los días de Noé fueron “algunos fueron llevados” por la inundación, así será la venida del Hijo del Hombre. En este contexto, parece que los que serán “llevados” son los no creyentes que serán llevados a juicio. Aquellos “dejados” son creyentes.
Viviendo en Tiempos de Miedo
Sin lugar a dudas, vivimos en un período difícil y aterrador de la historia. La amenaza de una destrucción nuclear ha estado rondando nuestras mentes durante setenta años. El descuido, consumo y desperdicio humano amenazan la vida en todo el planeta. La guerra nunca cesa y el terrorismo se extiende. La violencia es intensa y se sostiene ante nuestros ojos en dosis diarias. Las tensiones raciales son altas y los temores económicos son inminentes. Una sociedad rápidamente cambiante ha desencadenado crisis de fe y de moralidad. Estos son días difíciles.
No es extraño que en épocas como estas, las personas—tanto dispensacionalistas como los no-dispensacionalistas—buscan esperanza en un futuro diferente. Y oran porque este futuro llegue rápidamente.
De hecho, la promesa del regreso de Jesús a la tierra se describe en las escrituras cristianas tempranas como “la bendita esperanza” de sus seguidores.12 Aunque la Biblia anima a los creyentes a vivir con perseverancia ante las dificultades, deben hacerlo con la esperanza y la fe de que el futuro de Dios para la tierra es uno que vale la pena esperar.13