Cómo Superar la Adversidad

Cómo Superar la Adversidad

Cuando todo sale mal, ¿cómo puedes superar esas situaciones difíciles?

La adversidad presenta al hombre consigo mismo.Anónimo

Ustedes han oído historias: El hombre que nació con un pie deformado y se convierte en un pateador de la NFL. El pintor inválido que debe sostener el pincel en la boca, pero crea obras maestras. El científico de renombre mundial que perdió la capacidad de hablar, pero ahora se comunica a través de la tecnología. El político que vuelve al podio después de recibir una devastadora herida de bala. Hasta la persona más hastiada y cínica puede ser inspirada por las historias de los que superan la adversidad.

Pero, ¿cómo lo hacen? ¿Cómo las personas continúan jugando el juego de la vida, a menudo llegando a encontrar éxitos notables, cuando las cartas que les han sido repartidas son tan malas?   

Es un concepto difícil de comprender para la mayoría de nosotros. Normalmente buscamos las causas en habilidades naturales, talentos y la afirmación de los demás, dejando que esas cosas definan quiénes somos. Pocos, si hubiéramos nacido con un pie mal formado, por ejemplo, nos atreveríamos a soñar con ser atletas profesionales y mucho menos, en realidad, pasar por el penoso proceso de hacer ese sueño una realidad.

Supongamos que ese sea su caso y ese sea su sueño. Mejor aún, imagínese que acaban de hacerse una resonancia magnética y se les ha dicho que deben hacer una cita con un oncólogo tan pronto como sea posible. O si esto no les impacta, imaginen que su cónyuge ha mantenido un romance desde hace tres años y que los abandona dejando también a los hijos.

¿Cómo superarían semejante adversidad?

Positividad

Por más que pueda parecer un cliché, uno de los ingredientes más básicos y necesarios para superar la adversidad es un estado de ánimo positivo. En los ejemplos anteriores, las personas que se encontraban en circunstancias tan difíciles, simplemente se negaron a darse por vencidas.

Para estas personas, el permitir ser definidas—y de ese modo restringidas—por sus limitaciones no era una opción. Ellos simplemente se negaron a abandonar sus esperanzas y sus sueños, incluso cuando las circunstancias parecían dictar un camino muy diferente.

Apoyo

El crítico literario John Churton Collins una vez dijo: “En la prosperidad nuestros amigos nos conocen, en la adversidad, nosotros conocemos a nuestros amigos.” No se puede negar el valor de un grupo de apoyo cuando pasamos por tiempos difíciles.

La presencia de otras personas en nuestras vidas puede evitar los sentimientos de soledad, depresión y desesperación. Los amigos y familiares pueden ayudarnos cuando no somos capaces de mantener esa positividad o disposición alegre por más tiempo. Necesitamos seres queridos que nos rodeen, porque, como todos parecen descubrirlo una y otra vez, simplemente no podemos hacerlo solos.

Cuando Eso No Es Suficiente

Como se dijo antes, un estado de ánimo positivo sin duda ayuda. Lo mismo sucede con la presencia de familiares y amigos de confianza. Pero, ¿son estas cosas suficientes? Cuando la cirugía no sale según lo planeado y el tratamiento alternativo ha fracasado, ¿entonces qué? ¿Cómo “mantener la cabeza en alto” y “volver a la silla” cuando los tumores nos han paralizado de la cintura hacia abajo?

Muchas personas recurren a Dios. Los cristianos creen que Dios es el creador todo poderoso que está por encima de todo, por encima de la violencia, por encima de los defectos de nacimiento, por encima de todo tipo de tragedias. La Biblia, que los cristianos creen que es la Palabra de Dios, nos dice que los tiempos de adversidad y desafío son los mejores momentos para mirar al cielo, “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”.1

En la fe cristiana, Dios es personal. Él se preocupa por cada uno de nosotros y las luchas particulares que estamos atravesando. Incluso más que eso, él desea estar en relación con nosotros para ayudarnos a pasar los tiempos difíciles, para ayudarnos a superar el miedo y la adversidad.

La Biblia está llena de versículos que refuerzan esta creencia: “Porque yo soy el Señor, tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha y te dice: No temas, yo te ayudaré.” 2 “El Señor peleará por vosotros y vosotros estaréis tranquilos.”3 “El Señor va delante de ti; él estará contigo, no te dejará ni te desamparará; no temas ni te intimides.”4 “No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice el Señor.”5

El Amor de Dios

El amor y el apoyo de Dios trascienden el tiempo, el espacio y las circunstancias. Cuando la familia y los amigos se quedan cortos, Dios está ahí. Cuando los recursos personales y el prestigio se muestran poco profundos, Dios está ahí. Dónde la perspectiva mental, las filosofías de creación propia y la mentalidad positiva se desmoronan, se desvanecen y fallan, Dios está ahí.

El amor de Dios por nosotros, literalmente, no conoce límites, ya que los cristianos creen que se ha demostrado, en última instancia, en la vida, muerte y resurrección de su hijo, Jesucristo. Para los cristianos, el sacrificio de Jesús permite que todas las personas experimenten una relación personal con Dios y estén seguros de la salvación eterna. Nada lo puede negar: ni los defectos de nacimiento, ni la enfermedad, ni las relaciones fallidas ni la adversidad de cualquier tipo.

Debido a que Jesús venció el pecado y la muerte, quienes lo han aceptado como su salvador están dotados con el conocimiento de que pueden superar cualquier obstáculo que el mundo les depare. Jesús mismo dijo: "En el mundo tendréis aflicción; ¡pero confiad! Yo he vencido al mundo.”6

La vida de Jesús, su muerte y resurrección, crearon el camino para que los cristianos reciban el don de la vida eterna y se concentran en él más que en las luchas temporales. El apóstol Pablo, un hombre acreditado con la escritura de una gran parte del Nuevo Testamento, escribió: “Considero que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria que habrá de revelarse en nosotros.”7 Esta es la clase de fe centrada en la eternidad que permite a los cristianos adaptarse y superarse. Porque “[Jesús], divino poder, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos.”8

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  1. La Sagrada Biblia, Colosenses 3:2.
  2. Ibid., Isaías 41:13.
  3. Ibid., Éxodo 14:14.
  4. Ibid., Deuteronomio 31:8.
  5. Ibid., Jeremías 1:8.
  6. Ibid., Juan 16:33.
  7. Ibid., Romanos 8:18.
  8. Ibid., 2 Pedro 1:3.
  9. Crédito de Foto: hikcrn / Shutterstock.com.